-Chicas, Jorge me ha llamado, no me preguntéis más, pero me ha llamado –afirmó de golpe Susana cuando parecía que la conversación sobre la vida amorosa de Belén Esteban decaía.
-¿Pero qué dices? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? –respondían casi al unísono el resto de chicas.
- Pues ayer , se supone que para saber cómo estoy e imagino que porque le apetecía tocarme la moral…
-Pero Susi, un ex que te dejó, al que dejaste claro que no sois amigos, no te llama dos meses después para preguntarte por cómo va el trabajo o para contarte sus penas. ¡Coño para eso que llame a su amiguito Iván! –reprochó Mel, que se estaba poniendo nerviosa por minutos.
-Tampoco debía tener nada importante que decirme porque, repito, nuestra conversación fue meramente “profesional”. Ahora eso sí, estuve simpática y natural como nunca.
-Pues bien, nena –la felicitó Mayte-, ojalá se haya quedado pensando si estás así de simpática por que follas mucho.
-No entiendo a los tíos, pero sabes lo que te digo: Susana 1- 0 Jorge. Inyección de autoestima y a pensar que en un momento de debilidad aún sigue pensando en ti –afirmó Lucia.
-Claro cariño, no te pongas a darle vueltas ahora, que te conozco. Si se ha arrepentido es un cobarde por no decírtelo claramente. Y si no, es un gilipollas arrastrado al que le da pánico perderte para siempre –aseveró Mel mientras besaba la frente de Susana, que, aunque disimulaba, se veía claramente afectada por las circunstancias.
-Cuando Roberto y yo rompimos definitivamente me llamó en los meses siguientes varias y muchas veces… Me jodía que tuviéramos pisos, casas, coches en común, porque cada vez que oía su voz retrocedía lo andado. Sé cómo te sientes nenita – consoló Mayte a su amiga, también en tono melancólico.
-En cambio a mí, nunca me ha llamado un ex para dar un atisbo de arrepentimiento… Y la verdad es que sí que me hubiera gustado, hubiera salido reforzada y no, en cambio, que siempre salgo de mis relaciones con la moral minada porque ellos se olvidan de mí de un plumazo –Mel esbozaba una lágrima mientras meditaba en voz alta estas palabras.
-Cariño, yo también he hablado con “exs”, he pensado en ir y volver, he considerado mandarlos a la mierda y que no me volvieran a llamar en su vida, pero da igual eso, sólo tienes que ser tú misma y pensar que tú duermes tranquila y él no tiene a quién llamar cuando se siente solo, es una especie de guiño de la Justicia Cósmica –Lucia tomaba un tono maternal mientras acariciaba el pelo de su amiga.
- Lo sé. No tengo que pensar en nada, porque no me dijo nada. De hecho creo que no volverá a llamar…casi es lo mejor.
El problema es la sociedad en la que vivimos. Desde pequeñas nos han llenado la cabeza con historias con cuentos de hadas. Parece ser que todas estamos obligadas a encontrar a alguien y enamorarnos y que esto sea para toda la vida. Y el problema viene cuando "el amor" se acaba. Pero tranquilas, todo tiene un principio y un fin, lo que pasa es que a unas les llega antes que a otras. Y lo que está claro es que hay que vivir el presente y dejar a un lado el pasado. Del pasado se aprende para vivir mejor el presente.
ResponderEliminar