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miércoles

... la necesidad afectiva...

¿Quién no ha hecho una locura por amor? Cuando me di cuenta de que me había enamorado de mi ex, me armé de valor y me declaré en toda regla, en un coche y sonando de fondo un CD cursi de baladas. Para mí eso fue tan fuerte como cogerme un avión a Rusia… Pero saben qué, estas cosas, estas chispas, estas ilusiones, por locuras que parezcan, son las que nos llenan de vida. No le faltará razón a Susana en afirmar que Mayte va en busca de un chico que en un 97% de posibilidades va a pasar de ella, pero, alguien se ha preguntado qué lleva a una mujer a la necesidad de hacer un viaje así por una persona que acaba de conocer. La respuesta es sencilla: la falta de cariño, la búsqueda de una chispa vital, la soledad del momento…En definitiva: la necesidad afectiva. 

Tras un fracaso amoroso de tan índole, y mientras se nutre de relaciones vacias, de pronto, estar en la cama con un guapo jovencito que gracias a sus “tablas” te dice tres cosas bonitas, puede suponer para Mayte una pérdida total de la consciencia. Hay veces que la mayor mentira no la contamos nosotras mismas y no el de enfrente. Este “animador” seguramente no la prometió amor eterno, no la dijo que la quería, ni siquiera que era especial, o que no se acostara dos horas más tarde con la animadora de turno… Pero da igual, porque en estado de necesidad afectiva las mujeres recurrimos a eso que llamamos “leer entrelíneas”, que no es otra cosa que mentirnos y ver otra realidad. 

Y todas, hasta las más duras como Susana, tenemos necesidad afectiva. Y voy más allá… Cuando una relación se acaba, hay un vacio claro que deja la otra persona. Lo habitual es que necesitemos rellenar ese vacio. Pongan ustedes sus propios nombres: la persona que lo deja y se da a la noche, la fiesta y la mala vida… La persona que lo deja y se refugia en su trabajo, echando más horas que un tonto/a…. La persona que lo deja y de pronto tiene la necesidad de recuperar todas sus amistades para tener un plan cada día de la semana, incluyendo los compañeros del jardín de infancia… La persona que lo deja y se cambia de ciudad o país… Pero volvemos a lo de siempre, a algo que a todos nos suena: la persona que deja una relación y tarda cuestión de nada en encontrar otra persona que ocupe cualquier espacio anterior.

Y lo malo es, cuando para ocupar ‘ese espacio’ te conformas con el primer “animador/a” que aparezca en tu vida y te dé un poco de cariño. Cuanto más mayor eres, cuanto más sientes que ya has vivido mucho en este devenir que es el amor, cuanto más apremia tu reloj biológico, más necesidad tienes de poner un “animador” en tu vida. Pero no debemos hacerlo. Yo ahora me siento sola, tengo una gran necesidad afectiva (y sexual, por cierto… ¡van ya cuatro meses!) pero si algo tengo claro es que mi vacio, mi hueco, ese enorme socavón en mi alma que dejó mi amor al irse, sólo debo y quiero rellenarlo conmigo misma y con lo que eso conlleva: aprender a estar sola, llorar y secarme las lágrimas, recordarle y salir adelante, levantarme, mirarme al espejo y sonreír, apreciar un libro, una canción, un baño de sales… Sólo cuando aprenda a ser mi propia “animadora”, seré capaz de encontrar un hombre que no me sirva para tapar zanjas, sino para plantar árboles.

La necesidad afectiva está directamente relacionada con un concepto que describe muy bien una escritora referencia como es Lucia Etxeberría. Ella habla de la dependencia emocional, esa irritante manía de estar obsesionados con  tener pareja y la sensación de hallarse incompletos si no se encuentra… Ella escribe: “La sociedad está plagada de yonquis del amor; pero de un concepto que nada tiene que ver con la idea de una relación libre, sana, consensuada y mutuamente respetuosa”.[1] AMÉN. Todas en algún momento pecamos de “yonquis”… Mayte, a punto de cogerse un avión a Ibiza, lo estaba siendo… Estaba intentando crearse a sí misma una especie de historia irreal que llenara su vacio, activara su corazón, impulsara su autoestima e impusiera una Justicia Cósmica que, a buen seguro merecía, pero que no vestía de “animador”.  


[1] “Yo ya no sufro por amor”, Lucía Etxeberría. 
¿Cuál ha sido tu mayor locura por amor?
¿Sabes lo que es sentir "necesidad afectiva"?
¿Has puesto alguna vez un "animador" en tu vida?

... EL PRÓXIMO MIÉRCOLES...
Susana le da una segunda oportunidad a su "ex"... 
¿segundas partes nunca fueron buenas?...

1 comentario:

  1. Martita10/11/10

    Pues la verdad, conozco muchas chicas que se conforman con el "Primer animador" que se les cruza después de haber roto su relación... o simplemente, chicas que no pueden estar solas... (no se si yo soy de esas... espero no comprobarlo).
    Pero la necesidad afectiva existe, tanto de pareja como de amigos... está muy bien "vivir la vida", pero a veces te puede dar morriña el ir al cine, tomar un helado o pasear de la mano.
    Sinceramente, mi locura de amor... luchar por mi chico durante 2 años hasta que le conseguí, pese a sus varios rechazos... no me rendí. Creo que esa es mi gran locura de amor. Eso si, puedo decir que mereció la pena.

    Me está encantando el blog!! Enhorabuena!

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