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miércoles

... el síndrome del malote ...

Este capítulo se podría llamar de varias maneras: “Cuando tú quieres yo no, y viceversa”. “Pasa de alguien y vendrá a ti”. “Equivocando la amistad…”. “Historias con previsible infeliz final, pero que deberían tener presente feliz”. En fin, chicas, que de un paso al frente quién no se haya arrepentido de rechazar a un “buen” chico y después ese “buen” chico no le haya dado calabazas. Y yo pregunto, qué nos jode en ese momento: ¿El orgullo rechazado o el haber perdido a un “buen” chico? Primera meditación de la noche: ¿Nos gusta de verdad ese “buen” chico, o nos ha empezado a interesar en el momento que dejaba de ser “buen” chico porque ya no nos hacía caso? ¿Dónde está la línea divisoria entre: me he dado cuenta de que estoy enamorada de este “buen” chico, y, por mis cojones que si te he gustado en el pasado tú vuelves a estar detrás de mí y suplicando mi amor…? Difícil, muy difícil. Les presento… al egoísmo femenino en estado puro.  

Mi caso no difiere mucho del de Mel. Le he dicho que “estoy enamorada” (grandilocuente afirmación, la verdad, pero era para darle intensidad al momento) a un chico al que quiero muchísimo, que en el pasado se portó como mi mejor amigo, que me quiso, y el que un día pasó de ser una opción a un reto… El mismo día que dejó de ser un “buen” chico, para putearme, es decir, como el resto.  Si yo tuviera que ponerle un nombre a esta patología que padezco, la llamaría el “síndrome del malote”. 

El hecho de que claramente él ya no sienta lo mismo por mí, que ya no hagamos cosas de amigos, que me falte su cariño y su tonteo –¡cuánto anima un mensaje en una noche de soledad!-, que ya no tenga tan claro que sucumbirá a mis encantos, que le note lejos aunque le tenga enfrente, que haga efectiva su soltería con otras mujeres,  que me rechace, que no reaccione a mis “acciones de rectificación”, en definitiva, que pase de mí, me ha llevado directamente a la declaración de amor e intenciones. 

Pero todo esto no deja de resultarme triste. Porque el “buen” chico que conocía antes, tenía todo para hacerme feliz: cariñoso, entregado, divertido, dispuesto a estar conmigo… Pero yo veía “peros”. Y ahora que él es en sí un “pero” hecho hombre, yo voy y veo en él al chico “bueno” reconvertido en “malote” por el que quiero luchar. Y es que, es cómo si no nos valiera nada que antes no nos haya costado 45 noches de insomnio, 33 tardes de domingo llorando, 28 conversaciones telefónicas con nuestra mejor amiga, 3 mailes y 1 carta de amor.  Me siento patética, lo juro. 

Como no podía ser de otra manera, él no contestó a mi declaración. No pudo. En el fondo es un “buen” chico. Y yo me debato ahora mismo si quiero luchar por un reto o por un amor. Sea como fuese, ambos merecemos una oportunidad de “buenos” chicos, la diferencia es que ahora él tiene la última palabra. Ojalá Mel y yo podamos seguir alargando esta historia (u otras que lleguen con "buenos" chicos), ojalá no sea demasiado tarde, y en estos “buenos” chicos encontremos nuestra parcelita de Justicia Cósmica –entendida como una bonita relación de “x” tiempo con “buenos” chicos que recompensen el dolor por nuestros habituales “malos” chicos-.

¿Te has interesado alguna vez por un chico "bueno", justo cuando pasa de tí?
¿Has vivido alguna historia de "si pero no" con un buen amigo?
¿Crees en la verdadera amistad chico-chica?

... EL PRÓXIMO MIÉRCOLES ...
Historias que van y vienen en el tiempo.
El amor renace en Lucy con un viejo amor de la juventud.

2 comentarios:

  1. Faraona3/12/10

    La amistad chico chica no existe. Siempre una de las partes confunde los sentimientos. A mi me ha pasado. Y a lo mejor no conscientemente... en sueños. Pero ya te despiertas y estás todo el día pensando en ese sueño, preguntandote ¿porque coño he soñado esto? Y reconociendo que te ha encantado.
    Y respecto al "sindrome del malote"... creo que todas lo padecemos. No nos gusta un chico facil, que te pone todo en bandeja. Eso está bien después, cuando ya le has conseguido. Pero luchar por algo y sufrir un poquito para conseguirlo mola. No siempre acaba bien, pero os aseguro que si acaba bien, ha merecido mucho la pena... y siempre podrás decirle "No pudiste resistirte a mis armas de mujer..."

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  2. Anónimo25/8/15

    A mi me ha pasado pero al revés...yo, hombre, soy el que está detrás de ella. La he tratado como una princesa y aun así...me ha puteado, machacado,... hasta el infinito y más allá. Debo ser un bicho raro...quizás las mujer equivocada en el momento equivocado. Pero de todo se aprende. Seguro...que ella en otra vida, en un futuro...se dará cuenta de lo que deja marchar. Yo creedme que lo dejo ir.

    Miggy (Vigo)

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